Que nos distingue?
  Querido (a) amigo (a), lo único que podemos ofrecerle es precisamente lo que Dios nos autoriza a ofrecerle. Él no nos autoriza a ofrecerle riquezas materiales o perfecta salud corporal, sino:

-El mensaje no adulterado del Nuevo Testamento, o sea, “la palabra verdadera del evangelio” (Colosenses 1:5), poderosa verdad que obra el nuevo nacimiento en
corazones sinceros (Santiago 1:18).

-El “perdón de los pecados” y “el don del Espíritu Santo”, conforme a las condiciones asentadas por los apóstoles (Hechos 2:38). Las condiciones son: Creer, arrepentirse y bautizarse.

-Que quede usted libre de la Antigua Ley de Moisés.

-Que se libre usted de las opresivas e ineficaces “tradiciones” eclesiásticas
desarrolladas durante los siglos subsiguientes al tiempo apostólico.

-Que quede usted libre del dominio de los concilios religiosos convocados por hombres falibles. Las congregaciones de Cristo no pertenecen a concilios. Cada congregación bíblica es autónoma. Sin embargo, todas las congregaciones que siguen la
“sana doctrina” obran en armonía porque siguen “una misma regla” (Filipenses 3:16).
Se aman, se respetan y se apoyan mutuamente.

-Que se libre usted de la vergonzosa mercadería practicada en el nombre del Señor por asalariados y avaros líderes religiosos.

-La gran satisfacción y el puro gozo de ser lleno “del conocimiento de su voluntad en
toda sabiduría e inteligencia espiritual”
(Colosenses 1:9), entendiendo la Verdad de
Dios para este “último tiempo” (1 Juan 2:18), el cual comenzó en el primer siglo y terminará con el segundo regreso de Cristo.

-La fe bíblica, la cual es serena, racional y resistente, capaz de vencer todo obstáculo (Hebreos 11).

-La ayuda providencial de Dios para el diario vivir, para que triunfe sobre toda tentación
y toda prueba (Hebreos 13:5-6; 1 Pedro 1:6-9).

-La esperanza de la inmortalidad como “segura y firme ancla del alma”
(Hebreos 6:17-20).

El Cielo!, con tal que obedece usted la sana doctrina y permanece en ella hasta la muerte o hasta la segunda venida de Cristo (Apocalipsis 2:10; 21:3-7).

Para el sabio y entendido de corazón, ¡todo esto que ofrece Dios es más que suficiente! Con gran regocijo aceptará esta inigualable oferta de perdón, socorro para el espíritu y esperanza de vida eterna. Le animamos a echar mano de la oferta, antes de que sea retirada.

En síntesis, somos el pueblo del Señor que marcha resueltamente hacia “cielos nuevos
y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:9-14; Apocalipsis 21:1-8).
¿Quiere juntarse con nosotros y marchar hacia el mismo destino?

(Escribe Homero Chappley de Álamo)

 Strathmore Blvd. Church of Christ 
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree;...... Romanos 1:16