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(1) Nuestro único credo es el Nuevo Testamento. No nos regimos por el Antiguo Testamento, pues este pacto fue quitado en medio, anulado y clavado en la cruz (Colosenses 2:14-16; 2 Corintios 3:6-16). Aún es valioso como fuente histórica y de muchos ejemplos instructivos, pero no es nuestra ley espiritual, pues ya cumplió su función de “ayo”, es decir, guía para llevarnos a Cristo (Gálatas 3:23-25). ¿Cuál otra iglesia se somete sólo y exclusivamente al Nuevo Testamento de Cristo? (2) Predicamos el bautismo por inmersión como condición indispensable para recibir el perdón de los pecados (Hechos 2:38; 22:16; 8:26-40; 1 Pedro 3:21; Romanos 6:3-6). Es decir, predicamos que ningún ser hermano es perdonado sus pecados hasta no (3) Adoramos según el Nuevo Testamento. Adoramos “en espíritu y en verdad” (Juan 4:24). Nuestro culto es racional, espiritual y ordenado. Rechazamos los instrumentos de música, prefiriendo la música vocal autorizada por el Espíritu Santo (Efesios 5:19; Colosenses 3:16). Todo lo hacemos “decentemente y con orden” (1 Corintios 14:40), no permitiendo las manifestaciones irracionales del emocionalismo o el desorden de los cultos alborotosos. ¿Cuál otra iglesia rinde culto a Dios con el mismo rigor espiritual y bíblico? (4) Financiamos nuestras obras evangelísticas y benévolas mediante generosas ofrendas voluntarias dadas “cada primer día de la semana” (1 Corintios 16:1-2; 2 Corintios 8:1-12; 9:6-9). No se exige el diezmo, el cual pertenece al Antiguo Testamento. Tampoco hacemos mercadería del evangelio mediante negocios realizados a nombre de la iglesia, práctica duramente censurada por Dios (Juan 2:13-17; 2 Pedro 2:1-3). ¿Cuál otra iglesia rechaza la mercadería con el mismo vigor? (5) El liderato de cada congregación madura se compone de una pluralidad de ancianos (obispos) y diáconos (Hechos 14:23), nombrados conforme a las calificaciones (6) Predicamos la unidad: Un Dios, un Espíritu Santo, un Señor, una esperanza, una fe, (7) Enseñamos que el Milenio precede la segunda venida de Cristo, que el “rapto” es un mito pentecostal, que la tierra será destruida al venir Cristo “como ladrón en la noche” (Escribe Homero Chappley de Álamo) |
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree;...... Romanos 1:16 |